lunes, 31 de mayo de 2010

Tratamientos Para La Rosacea.

La rosácea es una dolencia que afecta aproximadamente a un 10 por ciento de la población, y al presentarse en la cara, suele causar problemas psicológicos y sociales a quienes la sufren. Se trata de una de las condiciones dérmicas más comunes, y consiste en una dermatosis inflamatoria común, crónica y progresiva relacionada con la inestabilidad vascular. Se observa, principalmente, en la parte central de la cara. Se caracteriza por el ensanchamiento de los vasos sanguíneos del rostro (telangiactasia), eritema facial (rubor) y pápulas y pústulas (como el acné). En casos severos, particularmente en el hombre, el tejido blando de la nariz se hipertrofia produciendo un ensanchamiento de las glándulas sebáceas.

Suele presentarse en pacientes entre los 25 y 60 años, y es más común en personas de tez blanca. Es crónica y persiste durante años, con períodos de exacerbación y remisión. Originalmente, se denominó "acné rosácea" porque sus pápulas y pústulas inflamatorias se asemejan a las del acné vulgar. De manera contraria a éste, la rosácea no presenta puntos negros, ya que es un proceso no identificado y de causas alimenticias, psicoso-mátkas y bacterianas, entre otras. Debido a que los cambios son graduales, puede ser difícil de reconocer en sus primeras etapas.

Muchas personas ja confunden con una quemadura solar, un cambio en la tez o acné, y no consultan con un profesional. Sin embargo, los expertos indican que las características que identifican la rosácea son:

-Enrojecimiento difuso y transitorio de la piel de la cara y del cuello causado tanto por emoción (sonrojo) o estimulo físico/externo (rubor), tal como beber líquidos calientes, comer comidas picantes y la exposición al sol.
-Mayor grasitud de la piel.
-Pápulas y pústulas como el acné.
-Ensanchamiento de los vasos sanguíneos pequeños de la cara (telangiectasias).
-Mayor tamaño del poro.
-Hinchazón del rostro, especialmente de la nariz (rinofima).
-Complicación ocular (blefaritis, conjuntivitis, iritis, queratitis) con síntomas como sequedad ocular, dolor, fotofobia, sensación de cuerpo extraño.

Si bien la rosácea no se puede curar, sí es factible controlarla con asesoramiento médico y con el cumplimiento de las indicaciones clínicas por parte del paciente. Es recomendable consultar al dermatólogo en forma temprana.
El tratamiento incluye evitar factores desencadenantes, como la ingesta de líquidos calientes, las comidas picantes, la exposición a temperaturas extremas, la exposición excesiva y prolongada al sol y cama solares, y el estrés emocional. Los pacientes también deben impedir el uso de jabones desodorantes ásperos, que pueden irritar la piel e inducir a una mayor sequedad.

Hay medicaciones sistémicas y tópicas. Como es una enfermedad crónica, es necesaria la terapia a largo plazo. Las instrucciones para el cuidado de la piel deben incluir el uso de un producto de limpieza sin jabón y la prevención de cualquier factor activador. La terapia de combinación (tanto medicación sistémica como tópica) es la más efectiva. Se recomienda la iniciación simultánea con un antibiótico sistémico debido a su efecto antiinflamatorio y una medicación tópica (como metronidazol), además de las pantallas solares de alto índice de protección.

El antibiótico sistémico hará desaparecer las pápulas y las pústulas y disminuirá el rubor en 2 a 4 semanas por lo general, explican los expertos. La medicación tópica, dicen, tardará más tiempo: 3 a 12 semanas. Una vez que está controlada, el antibiótico sistémico se puede disminuir lentamente durante 3 a 6 meses con la expectativa de que la preparación tópica mantendrá la remisión a largo plazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario